
Las imágenes emitidas el pasado año en las que aparecian jóvenes borrachos y en actitudes incivicas dieron mucho que hablar. Para el segundo turno de la fiesta, que utiliza como reclamo el ocio noctuno y el deporte, se calcula que llegarán otros 3.ooo universitarios británicos.
Según la Asociación Hostelera Salou-Cambrils-La Pineda, este año habrá un 10% menos de visitantes respecto al año pasado, año en el cual, acudieron casi 8.800 jóvenes. Estos jóvenes universitarios viajan en ferri hasta la población francesa de Calais, y de allí se desplazan en autobús hasta Salou.
Para muchos de los sectores de la Costa Dorada, el año pasado la Saloufest fue el paradigna del
"turismo de la borrachera" y además causó una gran polémica. Este año la organización ha hecho que la publicidad no fuera tan agresiva y sí más realista. El vicepresidente Juan Antonio Patrón, de la asociación hostelera, explica que el año anterior, I love Tour utilizó referencias al sexo, las borracheras, las "noches autodestructivas" e imágenes de policias persiguiendo a jóvenes desnudos.

Carteles con consejo como "vive la fiesta con respeto, baila con control, bebe con responsabilidad y flirtea con cuidado" han sido colocados en los establecimientos de las localidad por el ayuntamiento y varios empresarios.
Pese a que en la pasada edición del festival una docena de estudiantes fueron hospitalizados por intoxicación etílica, un coche atropelló a un joven y una turista denunció a otra persona por una supuesta violación, el Ayuntamiento de Salou defiende que es un evento que se lleva haciendo desde el año 2002 y que en la pasada edición los asistentes no causaron ningún disturbio.

Los vecinos de Salou acogen con temor la celebración del evento, y piensan que la edición de este año va a ser parecida a las anteriores, aunque la empresa organizadora y del consistorio hayan renovado la imagen del festival. Carles Bonet vecino de la calle Carles Buigas, no quiere "pasar noches en blanco y aguatar a borrachos". Antoni Maria Subirá vecino de la calle Andorra, quiere "más presencia policial hasta que acabe la marcha, ya que a las siete de la mañana muchos se comportan como hooligans y la Policía sólo está en la primeras horas".
Lo que quiere hacer el consistorio es lo que " han hecho siempre, cuidar de la seguridad, el orden y la convivencia". La nueva Ordenanda de Convivencia y Civismo, que prohibe que se consuma alcohol en las calles e ir semidesnudo en los espacios municipales al igual que ir en bañador por las calles en lugares alejados a la playa y al paseo marítimo, es puesta a prueba por las fiestas que se celebren este año.
