Tan solo dos días después de las elecciones, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, anuncia una bajada de sueldo para los empleados públicos en 2012. Además, anuncia un incremento de las tasas, la venta de patrimonio y privatización de la gestión de algunas autopistas, por no hablar de dejar la puerta abierta a "despidos selectivos".
De este moto, aumentarán las tasas universitarias, el precio de los transportes públicos y del agua. Se estudia un incremento en el precio de la gasolina y la introducción de una tasa por receta farmacéutica.
Según los cálculos, se ahorrarán 1000 millones de euros, para cumplir con el déficit del 1,3% del PIB, evitando nuevos recortes en sanidad, educación y servicios sociales.
En mi opinión, resulta un poco exagerado anunciar estos recortes tan solo dos días después de las elecciones. De haberse sabido con anterioridad, seguramente muchos ciudadanos no habrían depositado su confianza en Artur Mas y CIU. De todos modos, esperemos que estos recortes, siempre necesarios, sean positivos. Aquí en Aragón es de suponer que no tardarán en llegar los recortes por parte del gobierno, pero no por ello deben realizarse huelgas (como viene siendo normal siempre que se realizan recortes por parte del Partido Popular), ya que estas huelgas solo favorecerían una pérdida de tiempo y dinero, siendo esto lo menos apropiado. Los recortes no se conocen todavía, pero serán parecidos a los propuestos por Mas. Se debe tener paciencia.