Dos días después de la presentación mundial del reloj inteligente
iWatch, de la empresa multinacional Apple, ya se pueden encontrar imitaciones en
el mercado chino. Algunas webs, como Taobao, muestran productos de imitación muy
parecidos al iWatch. Algunos ejemplos más destacados son el “Ai Watch” y el “D-Watch”
que son casi idénticos al aparato original. Además se venden por un precio diez
veces inferior al precio original. Una imitación, que usa el sistema operativo
Android (a diferencia del real que utiliza el iOS) puede costar entre 40 y 80 dólares
frente a los casi 480 dólares que cuesta un producto real.
Tanto el iWatch original como las imitaciones se pondrán en venta
el 24 de abril, pero la compañía de la manzana abrirá sus reservas en 10 de
abril, para poder parar el contrabando de falsificaciones.
Falsificar productos es algo habitual en China, que aparece en el
segundo puesto de consumismo de productos de Apple (después de EEUU). En este
caso, llegan al mercado incluso antes que los originales.
Un ejemplo fue el “iPhone 6” que se vendía en la página Taobao y
otras páginas antes de su presentación oficial. Y lo pongo entre comillas
porque en realidad se trataban de dispositivos móviles falsificados. A veces se
ha podido encontrar hasta el iPhone 7, cuyo modelo no existe de momento.
Algunas compañías de software asiáticas han diseñado aplicaciones exclusivas
para el nuevo iWatch.
A pesar de que China ha destacado siempre por sus aclamadas falsificaciones,
esta vez, según los expertos este producto no repercutirá como lo ha hecho el
iPhone o el iPod, porque los ciudadanos chinos no han mostrado mucho interés en
los productos relacionados con la salud (relojes para medir las pulsaciones,
con cronómetro para correr… Todo tipo de aplicaciones para el mundo de la salud
y el deporte). Otra razón seria la poca calidad que tendrían las primeras
imitaciones del iWatch, es decir, que los primeros clones del reloj inteligente
de Apple serán defectuosos o “toscos”, pero a medida que los falsificadores
perfeccionen su diseño estos estarán más cerca de la realidad.
Todo esto repercute en la ley de oferta y demanda. Como la demanda
depende de la renta de los consumidores, de sus gustos o deseos, de sus
expectativas (entre otras muchas cosas), una persona que quiera comprar un
reloj inteligente, pero que no puede permitirse gastarse una gran cantidad de
dinero, preferirá comprarse un reloj idéntico por mucho menos dinero, es decir,
uno de imitación. Esto varía mucho por
el hecho de que hay consumidores fieles a las marcas y prefieren comprar y
llevar productos de calidad y verdaderos.
En mi opinión, no me gustan nada las imitaciones chinas en la mayoría
de los casos. A veces compras un producto porque piensas que vas a obtener lo
mismo pero por menos precio, y al final lo que consigues es un artículo
defectuoso, que se estropea enseguida o incluso que no funciona sin ni siquiera
haberlo estrenado. Entiendo que hay personas que no pueden permitirse comprar
los productos verdaderos, pero a veces lo barato, sale caro.
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