España por consecuencia de la crisis está pasando por una etapa de notable paro. La tasa de paro en general en España es muy diferencial al resto de Europa, ha subido entre los años 2007 y 2009 del 10% al 20% de parados, que traducido en cifras sería más de 4 millones de parados a finales de 2009.
Lo que ocurrió fue que se genero mucho trabajo en unos años y en dos ha caído todo y no queda trabajo, ni dinero en las empresas. En España hay un 42% de los jóvenes, que pertenecen al grupo de población activa, parados, mientras que en otros países de Europa el que más tiene, tiene, un 24% de parados.
La productividad en España es muy baja respecto al resto del mundo, en 1995, España estaba 15 puntos por debajo de la productividad de Estados Unidos; hoy la distancia es de 25.
Ello no significa que los españoles trabajen menos. De hecho, la media europea de horas anuales trabajadas es de 1.549, un 16% menos que en España, pero si quiere decir que producen menos, es decir, rinden menos en el trabajo, esto nos lleva a tener el mote de "vagos" y a que tengamos, en épocas de crisis, mucha facilidad para perder el empleo, ya que la empresa no produce tanto y tiene que prescindir de trabajo. Los trabajadores españoles son mucho más productivos en épocas de recesión que en épocas expansión económica.
Pero por otro lado, cabe destacar que los países con alta productividad son los que más han invertido en maquinaria y equipos relacionados con la industria de las tecnologías de la información y en capital humano y tecnológico, entre ellos España.
Que las empresas, en época de crisis prescindan de algunos empleados puede generar gran tensión para los trabajadores, ya que no saben en qué momento pueden decirles que "se van a la calle". Esto ha llevado a la situación de que en Europa cuando la gente está enferma no deja de ir a trabajar, ni se coge la baja, porque eso conlleva el peligro de que prescindan de ti y te despidan.
Los datos de un informe realizado por una empresa llamada "Monster" en 15 países diferentes demuestra que no hay demasiada diferencia entre ellos, excepto con España. En España cuando estamos enfermos, la mayoría acudimos a trabajar y no nos quedamos en casa a recuperarnos. Además la disposición que tiene un empleado español para ir al trabajo, en época de crisis, es mayor que en el resto del mundo, ya que allí es del 63%, mientras que en España es de un 72% los que van a trabajar.
Las razones por las cuales las personas no piden una baja y trabajan cuando están enfermos pueden ser, entre otras, el miedo a perder el empleo. El no poder trabajar desde casa, porque las tecnologías, en España, de momento, no nos lo permiten, aunque hay algunos casos, también es una contradicción para que cuando se esté enfermo se vaya a trabajar.
También podemos observar otras características como pueden ser las respuestas de los trabajadores a la pregunta ¿Vas al trabajo incluso estando enfermo? Las contestaciones son diversas, pero 7 de cada 10 trabajadores siguen asistiendo a pesar de encontrarse enfermos. Un 45% de los trabajadores encuestados dicen que no dejan de ir a trabajar porque tienen demasiado trabajo como para perder un día. Por otra parte, el otro 27% restante considera que, si decidieran quedarse en casa y esperar a recuperarse, podría ser considerado como un motivo para perder su empleo. Por último hay un 8% de las personas que padecen alguna enfermedad trabajan desde casa. Sigue sin ser habitual, a pesar de los avances de las nuevas tecnologías, que los españoles se puedan permitir ejercer las tareas laborales a distancia. No obstante, el restante 20% de los trabajadores encuestados aseguran que prefieren quedarse en casa hasta que estén sanos, sin tener miedo a ser despedidos.
BIBLIOGRAFÍA:
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