domingo, 27 de febrero de 2011

" Tengo 62 años, pero es que sigo siendo útil"

María Piedad Alonso, tiene 62 años y está en paro desde hace doce meses. Cumplir con los quehaceres del día a día es para ella como superar una carrera de obstáculos subida a un par de sus tacones: no tiene derecho a la prestación de desempleo a pesar de haber cotizado durante años, es autónoma y los 6.000 euros con los que ha vivido desde que cerró su empresa de venta de material ferroviario están a punto de agotarse.




María Piedad vive en una fábrica abandonada en el polígono industrial de las Mercedes, en Madrid. Su casa nada tiene que ver con una vivienda digna: no hay agua corriente y la luz la enciende gracias al cable que ha enganchado directamente al distribuidor. Hace muchísimo frío.

Solo el cuarto donde duerme, come, se asea, orina, lee y ve la televisión se acerca a lo que podría llamarse un hogar. Al menos se nota el calor que desprende un ruidoso radiador. El resto de la vivienda se compone de cuartuchos mugrientos, inhabitables, algunos sin cristales en las ventanas, que salen de la pared de un estrecho pasillo. No hay baño, ni cocina, ni lavadora, ni cerradura en la puerta.

María Piedad no deja de ser un número más entre los más de 470.000 parados que ya ha registrado la Comunidad de Madrid, pero su actitud y sus ganas son de número uno. "No quiero limosnas, quiero trabajar. ¡Jolín! Es que yo todavía soy útil. Soy una todoterreno".

Para demostrar que aún no está en edad de darse por vencida se presentó hace unas semanas en un casting que organizó Disneyland para reclutar personal. Se presentó vestida con unas mallas brillantes, botas de tacón, anorak multicolor y una gorra que usa para tapar la raíz de las extensiones platinas que se le empiezan a despegar. Pasó con éxito la primera prueba. Con un francés fluido y años de experiencia de atención al público en el Corte Inglés, entre otros sitios, cumplía de sobra con los requisitos. Aunque la preferencia de Disney por "jóvenes sin cargas" puede dejarla fuera.

Su trabajo ideal sería ejercer de relaciones públicas, donde sea. En un hotel, un restaurante, una clínica,o en cualquier empresa. María Piedad puede acreditar años de experiencia como dependienta en el Corte Inglés; otros tantos de atención al paciente en una clínica pediátrica que montó su hermano y un correcto francés que le enseñaron unas monjas con las que se educó en el país vecino. Nada de eso le ha servido durante este año.

Y tras desvelar sus miserias sin reparos y abrir las puertas de sus armarios en los que se intuye que hubo una vida mejor María Piedad dice: "A pesar de tener mi edad, necesitaba pasar por aquí para valorar muchas cosas. Tener algo de luz, de calor... Estamos inconformes con todo y preocupados por la marca de nuestras cortinas…. Hasta que nos pasa algo así y te cambia la vida."



María Piedad, mujer afectada por el desempleo.


Bibliografía: El Mundo, Ceutaldia, aquilasnoticias.com

Opinión personal: Creo que es muy injusto que personas como María Piedad no puedan ni trabajar ni cobrar un sueldo por desempleo. Son personas que han trabajado toda su vida, que quieren seguir haciéndolo, que no se les deja y que encima no se les paga nada. Opino que este caso nos puede afectar también a nuestras vidas, ya que, cuando nosotros tengamos 62 años nos podríamos ver en la misma situación que María Piedad, y no recibiríamos ningún tipo de ayuda. Este tema esta relacionado con aspectos tratados en clase como el desempleo y los tipos de prestaciones recibidas por este.

4 comentarios:

eva dijo...

En mi opinión me parece muy triste ver lo que están pasando las familias que están en el paro o que ya se les acaba y tienen que subsistir como pueden. En el caso de Maria Piedad, a sus 62 años puede pedir ayudas al estado e incluso puede prejubilarse si es cierto que lleva tantos años trabajando, además a esta edad es muy difícil encontrar un trabajo. Si lo que ella quiere es hacer algo, se puede apuntar a cualquier actividad como hacen la mayoría de los jubilados como son la gimnasia, ordenador…

Noemi dijo...

La verdad que hay muchas personas que están paradas y han sufrido la prejubilación a causa de la crisis que vivimos en la actualidad. No se tendrían que aumentar el sueldo a las personas que ganan bastante al mes, sino aumentárselo a las personas que lo necesitan de verdad.

ESA MAPY COMO MOLA SE MERECE UNA OLA!

ele!! dijo...

Bueno mapy creo que tienes mucha razón en tu opinión personal no pienso que sea justo que gente que sigue estando capacitada para trabajar a pesar de la edad que tengan no puedan trabajar y que enzima no reciban ninguna ayuda por parte del Estado.

Samira dijo...

En mi opinión, son muchos y muy tristes los casos como el de María Piedad. Coincido en la opinión de las compañeras y Mapy. Es muy injusto que personas como María Piedad quieran trabajar pero no se les dé empleo y ni siquiera se les dé ninguna ayuda. Pero por otra parte coincido con la opinión de Alba. A la edad de los 62 años ya es una edad considerable en la que se debe de disfrutar del tiempo realizando actividades de todo tipo: excursiones, baile etc. Pero por otra parte si no se tiene dinero no es fácil realizar las actividades ni disfrutar del tiempo libre.